Una familia saludable


2018-05-29 |  El verdadero éxito lo mide la capacidad que hemos tenido de amar a los nuestros.



Sixto Porras*

La familia está compuesta por personas con características diferentes, momentos emocionales distintos, y por personas en constante cambio. Por lo tanto, ame a su familia tal cual es, porque no existe la familia perfecta.

Amar significa hacer algo importante por alguien a quien consideramos valioso.

Si demostramos que amamos y aceptamos a los demás, se genera un ambiente que nos hace desear estar cerca. “No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición. En efecto, «el que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños.” (I Pedro: 3: 9-10, NVI)

Todos debemos procurar tener una familia en donde el ambiente sea agradable. Un lugar que nos haga sentir seguros y confiados.  Pero el enojo, la crítica constante, el egoísmo, el rechazo y la agresión pueden llegar a lastimar a cualquier familia. Tenemos que decidir eliminar lo que nos distancia, porque nos amamos y seguiremos siendo familia por el resto de la vida.

El éxito de las relaciones familiares, depende de la habilidad de percibirlos correctamente. Las personas valemos por lo que somos, y no por nuestra apariencia o por nuestros logros. Ninguno de nosotros es perfecto, tenemos momentos emocionales complicados, y esto requiere un alto nivel de tolerancia para lograr vivir en familia.

¿Cómo tener una familia saludable?

Acepte y admire a cada miembro de la familia. Sin darnos cuenta, con el paso del tiempo podemos descuidar el respeto y la admiración que merecen cada uno de los miembros de la familia.

Aumente el honor y disminuya la crítica. Aumentar el honor y disminuir la crítica constituye la base de todo hogar y de toda relación saludable. El honor fortalece el amor; la crítica, lo debilita.

Conceda a quien ama un lugar de importancia en su vida. Nuestra familia debe estar segura de que son valiosos para nosotros; lo demostramos cuando invertimos tiempo y dinero en los que más amamos.

Sea más empático y comprensivo. Escuchar y sentirse identificado con los que ama comunica que usted cree que su cónyuge y sus hijos tienen algo valioso qué decir.

Admita que se equivocó. Admitir que nos equivocamos, restituye el valor de la persona amada.

Resuelvan las diferencias y los problemas. No permita que los problemas se acumulen, es importante resolverlos inmediatamente. Clarifiquen el tema, busquen alternativas, no lastimen mientras discuten, decidan qué hacer y ejecuten lo acordado.

Pida perdón. Si no lo hacemos, la otra persona quedará sintiéndose herida, y abriremos puertas al resentimiento.

Planifiquen actividades en familia. Si lo hacemos regularmente la relación se fortalecerá y tendremos más cercanía. 

Tengan proyectos juntos. Esto nos invita a dialogar, ponernos de acuerdo, estar emocionados y trabajar en equipo.

Insista en amar a su familia. No se rinda; aunque las cosas se vean difíciles persista en amarlos.

Con el paso de los años, la única relación estable que permanece es la de la familia. Por eso, debemos mantener un vínculo fuerte, en tanto sea posible, con cada uno de los miembros de nuestra familia.

El verdadero éxito lo mide la capacidad que hemos tenido de amar a los nuestros.







*Sixto Porras. Director Regional de Enfoque a la Familia. Autor de los libros: «Amor, Sexo y Noviazgo», «De Regreso a Casa», «Hijos Exitosos» y «El Lenguaje del Perdón». Coautor de: «Traigamos a los pródigos de regreso al hogar» y «Meditaciones en Familia». Esposo de Helen, y padre de Daniel y Esteban. Su pasión es ayudar a las familias a mejorar.