¡Mamá, lo estás haciendo bien! Parte I


2018-08-21 | Ser una buena madre no es ser perfecta, aun en asumir las limitaciones está la madurez


 Angie Víquez*

¿Se siente identificada con algunas de estas frases?

 “Me sentí culpable cuando quise ser una madre trabajadora, y debí dejar a mi bebé al cuidado de alguien más”.

 “Sentí culpa cuando mi leche no alcanzó, y solo le di de mamar tres meses; me sentí una madre incompleta.”

“Me siento culpable cuando pienso en salir con mis amigas una noche entre semana; todo el día fuera de casa y pensar en la posibilidad de robarle más tiempo a mi hijo, me hace sentir egoísta.”

Existen algunos mitos que rodean el rol de la maternidad que llevan a algunas madres a sentirse culpables e insatisfechas en su rol.

La forma en la que una mujer define la maternidad influye en la forma en la que ella vive su rol de madre. ¿Cuál es el ideal de madre que ha construido en su mente? ¿Qué expectativas tiene de sí misma? ¿Son expectativas muy altas? ¿Ha logrado cumplirlas?

Si su mente evalúa que su "rol de madre" madre no cumple con las expectativas de su "ideal de madre" posiblemente se sienta culpable, estresada y frustrada. Por eso, debemos algunos de estos mitos:

Mitos acerca de ser madre

Mito #1: Existe solo una forma correcta de ser mamá

Realidad: Las mamás perfectas solo están en las películas

A lo largo del tiempo nos han bombardeado con publicidad engañosa acerca de lo que debe ser una madre. Vemos imágenes de mujeres arregladas, cargando hijos serenos y peinados, esto pocas veces concuerdan con la realidad de las madres. Muchas madres modernas sienten que no calzan con este ideal de mamá, y se sienten insatisfechas al no contar con estas cualidades esperadas en todo momento.

¿Cómo vencemos este mito?

-Dese permiso de ser la mejor mamá que pueda, pero no la mamá perfecta.

-Sea flexible; no hay solo una manera de hacer las cosas, y no siempre las cosas deben hacerse a su forma.

-Acepte su identidad particular como madre.

-No critique la forma en la que otras mujeres viven su maternidad; más bien, destaque las virtudes de otras mujeres madres.  

Mito #2: Una gran madre lo hace todo, y lo hace siempre bien hecho.

Realidad: Las madres cuentan con tiempo y energía limitada. 

Quizá algunas de ustedes han sentido que nunca dan suficiente, que siempre es posible dar más, siempre es posible que la educación de su hijo sea mejor o dedicarles más tiempo, o ser más cariñosas.

Si a esto le sumamos que ustedes son madres trabajadoras y pasan mucho tiempo fuera de casa, esa sensación de culpa puede agravarse aún más porque, además de percibir que no dan suficiente, también sienten que están poco tiempo con ellos y que tienen que compensarlos de alguna manera.

¿Cómo vencemos este mito?

-Disfrute de cada rol mientras lo esté ejerciendo. Si es el de trabajadora, busque dar lo mejor que pueda; si es el de madre, vívalo al máximo.

-No necesita ser una “súper trabajadora” y una “súper mamá” al mismo tiempo; aprenda a ser lo mejor que pueda en cada situación afrontando las consecuencias de ello.

-Aprenda a decir “no puedo” según sus posibilidades. Aprenda a decir “no” a ser la mamá coordinadora de la sesión donde está su hijo, aprenda a decir “no” a algunas invitaciones y aprenda a decir “no” a algunas reuniones fuera de su jornada laboral.

-Aprenda a aceptar y a negociar puntos medios. Por ejemplo, que la ropa pueda usarse arrugada algunas veces o que el cajón de ropa pueda estar desordenado en algunos momentos.

-No compense por culpa.

Mito #3: Las buenas madres hacen de todo y sin ayuda de nadie.

Realidad: Las mamás también son seres humanos que necesitan apoyo.

Las responsabilidades compartidas se llevan mejor. Mamá no tiene que hacerlo todo sola. Existen grupos de mamás, jefes comprensivos, amigas que acompañan, parejas que son co-responsables, pero sobre todo, ustedes mamás están acompañadas de sus hijos. Con ellos y gracias a ellos, ustedes aprenden que no lo pueden todo, que no son perfectas, que no pueden hacerlo todo bien y que no pueden hacerlo todo solas. Ustedes deben ser un ejemplo a sus hijos de que disfrutar la maternidad siendo una mujer imperfecta es disfrutar la vida.

¿Cómo vencemos este mito?

-No es necesario que las cosas se hagan a su modo. Casi siempre esta es una limitante que les impide recibir apoyo de otras personas. Veas las virtudes de sus hijos, de su pareja y sea flexible.

-Divida equitativamente las tareas del hogar. El hogar es una responsabilidad de todos miembros de la familia según sus posibilidades.

-Cuando no pueda con algo, pida ayuda. 

 

 


*Angie Viquez B. Licenciada en Psicología de la Universidad Nacional de Costa Rica y forma parte del Equipo de Contenido de Enfoque a la Familia.