¿Cómo salir de las deudas?


2019-03-20 | Conceptos sencillos y pasos prácticos para la libertad financiera




Esteban Porras*

La administración de las finanzas se construye con 80% de hábitos, y 20% de conocimiento. Los hábitos son aquellas cosas que hacemos o no hacemos cada día: revisar el estado de cuenta, ir de compras sin saber cuánto dinero tenemos para gastar, hacer planes a inicios de mes, comprar una hamburguesa cada vez que salimos del trabajo, entrar a una tienda cada vez que lea un rótulo que diga “50% de descuento”, darle una contribución al que pide dinero en la calle sin calcular si el dinero que entregamos lo necesitamos para alguna necesidad, agendar mensualmente citas con el doctor para chequeos médicos, o hasta ahorrar cada mes en un sobre. Cada una de estas acciones son buenos o malos hábitos que adquirimos con el tiempo. El desafío está en mantener las buenas costumbres y desechar las que no nos ayudan en nuestro plan para salir de deudas.

Le propongo una serie de recomendaciones prácticas que le ayudarán a no endeudarse más:

1. Establezca un destino financiero.

Comience por preguntarse, ¿cómo me veo financieramente a mí o a mi familia de aquí a un año? Escriba junto con su cónyuge una serie de 3 a 5 pasos que van a tomar en los próximos meses para alcanzar esa gran meta al final del año. Luego hágase la siguiente pregunta, ¿cómo queremos vernos a cinco años? Escriban también una serie de pasos grandes e importantes en los que van a enfocarse. Finalmente pregúntense, ¿en qué creemos que es importante invertir el dinero, y en qué cosas no vamos a invertir? Todos tenemos gastos de los que nunca nos arrepentimos, y otros gastos de los que todos los días nos reprochamos a nosotros mismos. Al tener un destino financiero le será fácil reconocer cuáles compras sí debe hacer, cuáles deben esperar y cuáles definitivamente no son parte de su plan. 

2. Aprenda a decir “no”. 

Dígalo en voz alta: “NO”. Aprender a usar esta palabra tan simple le ayudará a mantenerse en su plan de salir de las deudas cuando le llamen para ofrecerle una tarjeta que le obsequia “la octava maravilla del mundo”; o un descuento para esos zapatos cuya marca usted ama pero que no puede pagar; o un nuevo crédito que le da muchos beneficios; o una simple salida con sus amigos que no tenía planeada en sus gastos.  

Decir “no”, cuesta mucho cuando tenemos la necesidad de presumir a dónde fuimos, cómo nos divertimos y qué círculo social calzamos. Recuerde que muchos de sus amigos o familiares tienen planes diferentes a los que usted desea alcanzar, y es precisamente por eso que está bien decir “no”, cuando nosotros veamos que las invitaciones no van con nuestros planes. 

3. Haga un presupuesto cada mes.

Un presupuesto es una expectativa de ingresos y gastos divididos por categorías. En nuestro curso Ya tengo mi presupuesto le enseñamos a las personas a escribir sus ingresos en una hoja y enlistar sus gastos en forma descendente hasta que el monto sea igual a cero. 

Uno o dos días antes de recibir el dinero de sus ingresos es importante sentarse a definir en cuál categoría va a ir cada $ que usted recibe. Cuando deseamos salir de deudas, es esencial hacer recortes en el presupuesto en el área de ahorros (exceptuando el fondo de emergencia y pagos como impuestos anuales) y lujos, con tal de hacer abonos adicionales a la cuota mensual mínima que piden los prestamistas. 

4. Pague las deudas “de menor a mayor”.

Enliste las deudas; desde aquella en la que menos debe, hasta aquella en la que debe más. En esta lista no se coloca el crédito hipotecario. A partir de hoy, usted se va a mantener pagando las cuotas mensuales mínimas de cada deuda. Con el dinero que logró recortar del área de lujos y de ahorros, usted va a hacer abonos extraordinarios a la deuda más pequeña (aun si le castigan con un porcentaje de su aporte).  

Luego de haber terminado de pagar la deuda más pequeña, usted va a sumar el recorte que había hecho a sus lujos y ahorros con la cuota mensual mínima de la deuda que acaba de terminar de pagar y va a contemplar este nuevo monto como los abonos que va a hacer a la segunda deuda.  

Una vez que termine de pagar la segunda deuda usted va a sumar la cuota mensual mínima de la primera deuda, la cuota mensual mínima de la segunda deuda y lo va a sumar a la cuota mensual mínima de la tercera deuda. De esta forma, usted va a salir mucho más rápido de todas las deudas que actualmente tiene, y se emocionará al ver que lo que iba a durar 2 años, duró 10 meses. Este es un principio ampliamente compartido por expertos financieros que le puede ayudar a salir de la manera más motivada y más rápida de todos los créditos. 

5. Renegocie con los prestamistas.

Hay familias que han decidido comprar sus alimentos en los lugares más baratos, no salir a entretenerse por más de un año, recortar todas las suscripciones, vender los autos, y aún así, no logran dar con los pagos.  

En estos casos, es vital que usted se presente ante el prestamista con una lista de sus gastos, recortes que ha hecho, ingresos actuales con certificaciones laborales y solicite un trato para reducir el monto de las cuotas y los intereses a cambio de extender el plazo de la deuda. Esto es conocido como refinanciamiento.  

Algunos utilizan esto para tener más dinero disponible y volver a pedir más préstamos y seguir con el estilo de vida dañino que tienen. Usted por su parte, debe ver esto como una oportunidad para ahorrar con el dinero que le va a sobrar, un fondo de emergencia equivalente a la mitad de sus gastos mensuales en una cuenta bancaria, y comenzar a hacer abonos adicionales a la nueva deuda que le acaban de entregar.   







*Esteban Porras. Productor de Medios de Comunicación durante 2 años en Enfoque a la Familia, en donde también se desarrolla como consejero financiero. Fundador del Programa "Ya tengo mi presupuesto". Este programa fue visto por más de 80 000 personas de 15 países diferentes en tres meses.