¿Su teléfono inteligente se interpone entre usted y su cónyuge? 


2020-03-09 | Indicios para tener en cuenta


¿Cuánto ama a su teléfono inteligente? ¡Probablemente no tanto como el hombre de California que se casó con su teléfono en una capilla de bodas de Las Vegas durante el verano de 2016!

OK, la ceremonia en Las Vegas puede haber sido ridícula, pero este hombre hizo referencia a lo conectada que está la gente a sus teléfonos. Aunque parezca una locura casarse con un teléfono, no se puede negar el grado de infiltración de los teléfonos inteligentes en nuestra vida diaria. Algunos estudios muestran que los estadounidenses revisan sus teléfonos cada seis minutos y medio durante las horas de vigilia, o aproximadamente 150 veces al día.

Lamentablemente, el teléfono inteligente es un amante celoso: exige atención todo el día a través de llamadas, mensajes de texto, Facebook, Pinterest, noticias, resultados deportivos, transmisiones de video, música y aplicaciones infinitas (más de 2 millones disponibles a junio de 2016). Dormimos con nuestros teléfonos en la mesita de noche, los acunamos mientras caminamos, los guardamos en el bolsillo mientras viajamos, los colocamos en el mostrador para ayudarnos a preparar la cena y descansarlos cómodamente en la mesa mientras comemos. Se han convertido en nuestros constantes compañeros digitales. 

No todo esto es malo para un matrimonio. Los teléfonos inteligentes pueden ayudar a las parejas a mantenerse conectadas durante todo el día a través de mensajes románticos, publicaciones divertidas en redes sociales y chats de video aleatorios. Los mensajes de texto frecuentes y las llamadas telefónicas rápidas ayudan a las parejas a mantenerse al día con los eventos diarios. La comunicación regular con un cónyuge a través de llamadas y mensajes de texto puede incluso hacer que las parejas sean más felices y seguras en su relación.

Aun así, a pesar de todos los beneficios que brindan los teléfonos inteligentes, parece que se han convertido en una creciente fuente de frustración y conflicto matrimonial. El teléfono inteligente se ha convertido en un "mal tercio" en muchos matrimonios, haciendo que los esposos y esposas sientan que están compitiendo con el teléfono de su cónyuge por tiempo y atención.

La amenaza de los invasores del espacio

¿Recuerda Space Invaders [Invasores del Espacio] uno de los primeros videojuegos? El objetivo era disparar un cañón láser que se movía horizontalmente a través de la parte inferior de la pantalla para derrotar a olas de extraterrestres que marchaban hacia usted. A medida que avanzaba el juego, los extraterrestres marchaban más rápido y la música se aceleraba, creando una enorme ansiedad para el jugador. Eventualmente, los extraterrestres llegaban a su base y le derrotaban.

No puedo evitar preguntarme si el teléfono inteligente se ha convertido en algo así como esos alienígenas del videojuego. Excepto que ahora están marchando sin descanso hacia su relación matrimonial y amenazan cuatro momentos importantes, espacios sagrados, en su día que generalmente ayudan a mantener su conexión fuerte. Esos espacios incluyen:

Tiempo de conversación en la cama

Después de un día ocupado en el trabajo o al cuidado de los niños, las parejas necesitan desesperadamente una conversación significativa para ayudarlos a reconectarse. Pero para muchos, el hábito de la conversación queda de lado con el tiempo. Pasan de largas e íntimas conversaciones centradas en conocerse (discutiendo gustos, disgustos, necesidades, emociones y sueños) a breves intercambios centrados en administrar sus vidas (hablar sobre el presupuesto y las listas de tareas pendientes o resolver conflictos y apagar el último “incendio” dentro de sus atestados horarios). La comunicación significativa a menudo es reemplazada por la gestión de las demandas diarias. Lamentablemente, la investigación ha demostrado que la mayoría de las parejas pasan un promedio de solo cuatro minutos por día en una conversación significativa.

Después de 25 años de matrimonio, creo que el mejor momento para una comunicación significativa que da vida a una relación es al final del día, cuando están acostados juntos en la cama antes de irse a dormir. Ahí es cuando las parejas deberían hablar sobre los altibajos de su día; discutir temas profundos; acurrucarse, besarse o hacer el amor; y orar juntos. ¡Pero los teléfonos inteligentes destruyen ese momento clave!

Esto se ha convertido en un problema para mi esposa, Erin y para mí. En lugar de usar ese tiempo precioso para volver a conectarnos, estamos en nuestros teléfonos mirando noticias, jugando al solitario, revisando Facebook y respondiendo mensajes de texto.

Hemos creado un patrón desagradable de revisar nuestros teléfonos justo antes de irnos a dormir y luego tan pronto como nos despertamos. Cuando esto sucede, cambiamos nuestra atención el uno del otro y enviamos involuntariamente mensajes sobre lo que más valoramos. Así es exactamente como el tiempo sagrado de conversación en la cama es secuestrado. Un esposo y una esposa pueden estar acostados uno al lado del otro en la misma cama, pero sentirse en mundos separados.

Hora de la comida

Ya sea en el desayuno, el almuerzo o la cena, la hora de la comida es sagrada porque promueve la conversación cara a cara y el contacto visual. (La mayoría de las mujeres adoran este tipo de comunicación). También brinda la oportunidad de tener discusiones espirituales o tiempo devocional; fomenta el trabajo en equipo al cocinar y limpiar juntos; y promueve tradiciones familiares como la noche de pizza o de juegos. Pero los teléfonos inteligentes en la mesa pueden romper la conexión entre las parejas. La distracción constante impide un buen ritmo de conversación, manteniendo a los cónyuges en un nivel superficial de interacción y minimizando la comunicación profunda e íntima.

Tiempo libre

Este es el "tiempo de inactividad" que experimentan juntos cuando hacen ejercicio, ven su programa de televisión favorito, toman café en sus sillones reclinables, descansan en la casa, salen a caminar, tienen una cita nocturna, se sientan en la playa, etc. El tiempo libre es sagrado porque promueve la diversión, la risa, el juego, las nuevas actividades y la conversación. Usar su teléfono inteligente durante estos momentos especiales con su cónyuge puede hacer que se sienta como si fuera una competencia por llamar la atención del otro. Finalmente, envía el mensaje de que no ha invertido completamente en el momento.