¿En realidad necesito amarme más?


2020-08-17 | (Tema: autoestima – Lectura: 4 minutos)


Bethany Beal*

Ella estaba de pie en el baño sobre la encimera del lavamanos, miró en el espejo y comenzó a recitar su mantra mañanero para animarse.

«¡Soy asombrosa!»

«¡Soy increíble!»

«¡Soy la mejor!»

«¡Puedo hacer cualquier cosa!»

Con una mirada final de confianza y una sonrisa a sí misma a través del reflejo, siguió con su día. La mamá de esta pequeña niña subió el video a las redes sociales y se hizo viral. Gente por todo el mundo estaba elogiando este video verdaderamente adorable y comentando lo mucho que podríamos aprender de esta entusiasta niña de seis años.

Cientos de videos de «Lo puedes lograr» son tendencia todo el tiempo. De hecho, no solamente son los videos de niños pequeños dándose discursos motivacionales los que son tendencia, sino también pastores haciendo que sus congregaciones se digan a sí mismas palabras de empoderamiento sobre el amor propio. Libros y revistas resaltan la importancia de mirar al interior para encontrar la verdad y amarse más a uno mismo.

En la superficie, estas prácticas parecen una buena idea. ¿No es importante el amor propio? ¿No necesitamos animarnos más? En un mundo que rebosa negatividad, ¿no deberíamos enfocarnos más en estimarnos a nosotras mismas?

No lo creo.

De hecho, pienso que estas soluciones de dignidad y confianza en una misma harán más daño que bien a largo plazo. Este tipo de discursos motivacionales no tiene duración.

¿Qué pasa cuando no eres asombrosa de manera genuina?,

Cuando decepcionas profundamente a alguien?

Cuando alguien te decepciona

¿Cuando te ves en el espejo y dices: «Soy asombrosa,» pero en tu interior sabes que no lo eres?

¿Qué pasa cuando la vida es demasiado difícil y amarte a ti misma simplemente no te sirve?

Mi propuesta de solución para encontrar verdadera confianza, dignidad, valor y propósito de vida no tiene nada que ver con vernos en el espejo y animarnos. No tiene nada que ver con mirar en nuestro interior y recitar un mantra de auto-ayuda para nuestros corazones. No tiene nada que ver con ser mejor, más lista o más asombrosa.

3 Soluciones para vivir amada y confiada… aún en tus peores días:

1.-Comienza admitiendo que tú no eres suficiente.

No tienes que ser suficiente. (¡Respira! Quítate la presión. Tú no tienes que ser suficiente). Nunca lo serás ni tienes lo suficiente para serlo. Somos pecadoras en una desesperada necesidad de un Salvador. El entendimiento correcto de quiénes somos nos ayudará a entender mejor quién es Dios.

Nacimos siendo pecadoras, y por esa razón, no somos capaces de hacer lo bueno para agradar a Dios en nuestro estado natural, en la carne: «los que están en la carne no pueden agradar a Dios» (Rom. 8:8).

Estamos muertas en nuestros pecados antes de que Cristo nos resucitara a vida espiritual (Efesios 2:1). Carecemos de cualquier bien espiritual inherente.

Sin Jesús, nos quedamos cortas.

De hecho, admitir que nunca seremos suficientes es liberador.

2.-Recuerda que Dios no nos manda que nos amemos más a nosotras mismas.

En ningún lugar de las Escrituras Dios nos manda que nos amemos más a nosotras mismas. ¿Por qué? El amor propio ya es nuestra condición natural. Pensar en nosotras mismas (ya sea de manera positiva o negativa) es algo que todo humano en la tierra hace con gran facilidad. Frecuentemente, escuchamos las palabras «baja autoestima» y pensamos que necesitamos estimarnos más a nosotras mismas. En lugar de eso, necesitamos estimar más a Dios. Cuanto más estimamos a Aquel que es digno, más veremos cuán amadas y valoradas somos al ser Sus hijas redimidas.

Ninguna cantidad de amor propio puede darnos la satisfacción que estamos buscando. Esta debe venir de Alguien más grande. Alguien que puede vernos y decirnos quién somos verdaderamente. Me encanta Efesios 1:3-14, el cual habla acerca de quién Dios dice que somos como Sus hijas. Aquí están algunas de las palabras que Él usa para describirnos:

Escogidas

Adoptadas

Perdonadas

Redimidas

Selladas

Obteniendo herencia

Para la alabanza de Su gloria.

Me encanta esta canción de Hillsong Worship que habla acerca de Quién es Dios y quiénes somos nosotras. Escúchala.

3.-Decide creer que Jesús es Suficiente - y que como Su hija redimida tienes todo lo que necesitas.

Jesús es suficiente. Nosotras nunca tenemos que ser suficientes. En Él, tenemos toda la cantidad de amor, dignidad y propósito que alguna vez podríamos haber esperado o soñado. Piénsalo. Dios no envió a Jesús a esta tierra para enseñarnos cómo darnos charlas motivacionales a nosotras mismas y para encontrar valoren nosotras mismas. Él vino a darnos Su vida porque nosotras nunca hubiéramos sido suficientes. Nunca hubiéramos podido salvarnos a nosotras mismas. Nunca hubiéramos podido hacer lo que solo un Dios perfecto pudo hacer. El dio Su vida y redención a gente perdida y corrompida. Eso somos nosotras. ¡Eso somos tú y yo!

Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho[a] de llegar a ser hijos de Dios (Juan 1:12)

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es[a]; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas. (2 Cor. 5:17)

Aseguremos nuestra identidad como hijas redimidas por Dios y seamos definidas por Él. Escojamos enfocarnos en amar a nuestro asombroso Salvador en lugar de amarnos a nosotras mismas. Cuanto más nos enfoquemos en Cristo y entendamos lo que Él hizo por nosotras, más fácilmente encontraremos ese gran amor que tan desesperadamente ansiamos tener.

Cuando te sientas decaída

La próxima vez que te sientas desanimada o con necesidad de una charla motivacional, te animo a abrir tu Biblia en Efesios 1:3-14 y leer estos versículos. Permite que la Verdad te dé el poder y la esperanza que necesites para ese día.

 

 

*Bethany Beal. Después de una breve experiencia en la industria del modelaje, los ojos de Bethany se abrieron a cómo su generación está perdiéndose. Ella y su hermana mayor se inspiraron para comenzar un blog (www.GirlDefined.com) y están en el proceso de escribir un libro titulado "Se buscan modelos": La belleza física no es necesaria. Su pasión es ayudar a las niñas a encontrar la verdad de Dios sobre la belleza y la feminidad y la libertad que viene de vivir una vida radicalmente diferente para Cristo.