¿Cómo pasar tiempo de calidad en familia?


2017-09-08 |  Pasar tiempo de calidad con la familia debería ser una prioridad en nuestras agendas.


Sixto Porras*

Director Regional de Enfoque a la Familia

 

La familia es importante porque provee identidad, seguridad y confianza, y es el ambiente en donde se transmiten valores, hábitos y costumbres. La familia es trascendental en la vida de todas las personas porque es la principal constructora de recuerdos.

Es en casa donde los niños aprenden a socializar, y a desarrollar la fortaleza emocional necesaria para crecer. Sin embargo, esto es un proceso que se logra al interactuar con ellos, afirmándoles y construyendo en conjunto recuerdos valiosos y significativos.

Por esta razón, todos debemos pasar tiempo con los nuestros, porque con los años, son los recuerdos compartidos los que nos permiten establecer un vínculo afectivo que sea tan fuerte que perdure con el pasar del tiempo y las situaciones de la vida.

Pasar tiempo de calidad con la familia es tan importante que debemos ponerlo en la agenda como una prioridad. Todos en casa debiéramos saber que ese día estaremos juntos. Al darle esta prioridad, estamos diciendo al resto de la familia que son muy importantes para nosotros. Debo confesar que muchas veces pretendía estar con mi familia cuando «tuviera tiempo libre», y eso no ocurría, porque siempre tenía cosas para hacer. Por esta razón, ahora pongo en mi agenda los tiempos que comparto con mi familia. Defina el tiempo que pasará con su familia y otórguele una alta prioridad a este compromiso; su familia lo va a valorar.

Aproveche cada momento que pueda para dialogar y compartir experiencias: cuando van en el auto rumbo al colegio, cuando esperan una cita con el médico, cuando están haciendo cosas en la casa, o bien, cuando estemos compartiendo una comida juntos. La meta es aprovechar cada momento que tengamos para comunicarnos y estar juntos. No tenemos que esperar a tener días o semanas completas, muchas veces son esos momentos cotidianos los que hacen la diferencia.

Separe en su agenda fechas importantes: cumpleaños, aniversario, día de los enamorados, graduaciones, presentaciones deportivas o artísticas, porque hay fechas que son para estar presente y recordarlas siempre.

Programen realizar por lo menos una de las comidas del día en familia. Esto permite que nos encontremos, dialogar sobre lo que estamos viviendo y, a la vez, nos conectamos unos y otros. Varios estudios han revelado que las familias que comen juntas tienen mejores niveles de salud física, comen más saludablemente y poseen un mejor rendimiento académico.

Cuando esté con su familia concéntrese en ellos: observe sus gestos, escuche con atención, reaccione a sus comentarios y haga preguntas, con esto les dice que son importantes para usted.

Es crucial que en esos momentos de familia apague el celular, o bien, no responda las llamadas. Cuando su familia observa esto, sabe que ocupa un lugar de importancia en su vida. Hoy tenemos muchos distractores que nos conectan con los que están lejos, pero nos alejan de los que tenemos cerca.

Promuevan tradiciones familiares, esto les permite crear recuerdos importantes. Tengo unos amigos que tienen por tradición familiar armar el árbol de Navidad juntos. Otros amigos, toman una semana en enero para ir de vacaciones; toda la familia lo espera. Cuando pasan los años, los recuerdos más valiosos son los eventos que se convirtieron en tradición familiar. Por eso, la familia debe tener tradiciones que les una, les divierta y les ayude a construir recuerdos.

Busquen pasatiempos para entretenerse, por ejemplo, con juegos de mesa. En nuestra familia teníamos varios juegos con los que nos entreteníamos en las vacaciones, o cuando estábamos en casa. Hoy nuestros hijos han crecido y recordamos esos momentos en los que nos recreábamos juntos.

Cada familia tiene su estilo y su personalidad, busquen actividades que los representen. Para una familia, ver una película es un excelente tiempo de calidad; para otra, es hacer el jardín juntos o salir a caminar. También podría ser que una familia disfrute leer un buen libro juntos, o bien, conversar mientras toman un café. Si todos en casa tienen claro qué es lo que les gusta hacer como familia, lo van a disfrutar más.

Programen las vacaciones familiares, y también tengan mini-vacaciones durante el año. Las vacaciones familiares deben ser una tradición, y será una ventaja programarlas en fechas específicas, porque permite que todos las esperen y las definan en sus agendas. Promueva que la familia participe en la planeación de las mismas y que todos compartan las responsabilidades previas y durante las vacaciones.

Las mini-vacaciones no tienen que ser vacaciones largas, sino fines de semana largos donde nos vamos fuera de casa a un lugar para descansar, porque la idea es cambiar la rutina y retirarnos para pasar tiempo en familia.

Cuando estén todos en casa, pasen noches especiales, simplemente para ver una película donde todos estemos en pijamas o nos sentemos en la sala a armar un rompecabezas. O bien, simplemente acostarnos en una sola cama para hablar, tomar fotos, o hacer videos chistosos. Todo como un pretexto para estar juntos.

Para pasar tiempo de calidad con nuestros hijos, debemos aprender a vivirlo en libertad y sin culpa. Por ejemplo, si tenemos que trabajar fuera de casa y creemos que esto nos roba el tiempo que podemos pasar con nuestra familia, va ha generarnos culpa o frustración. Debemos aprender a organizar el tiempo que tenemos, sin compararnos y sin sentirnos culpables. Lo que sí debemos hacer es dar nuestro mejor esfuerzo cuando estemos con nuestra familia.

Debemos tener presente que conforme nuestros hijos crecen, los gustos y preferencias van a ir cambiando. Por eso, no tengamos temor a las transformaciones que puedan darse en las tradiciones familiares conforme nuestros hijos vayan creciendo. Cada familia vive etapas y momentos diferentes, y sus gustos pueden ir evolucionando con el tiempo, por eso pregunte a sus hijos qué les gustaría que hagan juntos. Sus respuestas podrían sorprenderle.

Cada hijo es único, y tienen diferentes formas de expresar y recibir amor, por lo que es bueno que pasemos tiempo a solas con cada uno de ellos. Uno de sus hijos podría disfrutar pasear al perro con usted; otro, podría disfrutar más una salida a cenar, o bien, que le acompañe a ver su deporte favorito. Cuando atendemos a nuestros hijos en forma particular, estamos reforzando el vínculo que tenemos y fortalecemos su amor propio.

Invite a los amigos de sus hijos a venir a casa, es algo que ellos apreciarán, y usted podrá conocer quiénes son los amigos de sus hijos. Siempre recuerdo que mis amigos se sentían bien cuando venían a casa y mi mamá los invitaba a comer. Para algunos de ellos, mamá y papá llegaron a significar mucho porque se sentían amados y esto me hacía muy feliz, ya que era como si mis dos mundos se unieran.

Informe a sus hijos cuando tenga temporadas de mucho trabajo, si lo hace con anticipación y pide su comprensión ellos le van a respaldar y, a la vez, se van a identificar con su trabajo.

Tener relaciones familiares fuertes y saludables nos permite ser más productivos en nuestro trabajo, rendir mejor en todo lo que hacemos y disfrutar más los pequeños detalles que la vida nos da.

Invertir tiempo de calidad en nuestra familia tiene beneficios para todos, nos ayuda a fortalecer el vínculo que tenemos, mejora nuestra comunicación, potencia el desarrollo intelectual y emocional de nuestros hijos, y nosotros nos sentimos beneficiados porque nos ayuda a disminuir el nivel de estrés.

La familia, a través de la construcción de recuerdos, puede dejar un legado de historias y lecciones de vida que perdurarán en el tiempo.

   

* Sixto Porras. Director Regional de Enfoque a la Familia. Autor de los libros: «Amor, Sexo y Noviazgo», «De Regreso a Casa», y «El Lenguaje del Perdón». Coautor de: «Traigamos a los pródigos de regreso al hogar» y «Meditaciones en Familia.