Los paralelos entre Bartimeo y nosotros son muchos. Reflejan como era la
condición de nuestra vida antes y después de que el velo fuera quitado y lo
primero que pudiéramos ver es a Cristo mismo. Es que hay una vida en
abundancia que Dios ha preparado para que ya no vivamos de limosnas, sino
que comamos del banquete espiritual que es Cristo nuestro Señor, porque de
oídas lo habíamos oído, pero ahora nuestros ojos lo ven.
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que
tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”
JUAN 10:10 RVR60