2018-03-13 | El domingo por la tarde las familias de CCF se llegaron al predio para compartir tiempo de calidad y avanzar en la obra.
El domingo pasado hubo gran emoción entre los hermanos al poder ver el avance de la obra del Colegio Cristiano Betel y futura casa de CCF. Es que la sorpresa fue tanto para los que hacía mucho no iban al lugar como para aquellos que fueron por primera vez.
Durante la reunión general se había hecho una convocatoria para ir a trabajar al lugar, en pintura, desmalezado y limpieza general.
No pocos rompieron en llanto al ver la evolución y fue evidente la colaboración con alegría y ánimo resuelto en todos.
“Todos iban y venían, desde los más grandes hasta los más chicos", contó Martin Barbero, quien dirigió el grupo encargado de la limpieza. Se dispuso de un contenedor, carretillas y palas para quitar escombros, piedras y todo lo inútil que se había acumulado.
Si bien es mucho lo que hay que hacer debido a las grandes dimensiones de la construcción, el trabajo de lijado y pintura avanzó mucho, cerca de un 75%. Lo calculó Oscar Romero, al mando de los que realizaban de esa tarea.
En todo el espacio circundante a la edificación se realizó labor de desmalezado con la mayor cantidad de máquinas posibles. Guillermo Ballesteros informó que la parte posterior deberá ser despejada con máquinas más potentes porque el pasto está muy alto.
Más allá de todo, cada uno colaboró y puso manos a la obra con alegría y mucho entusiasmo por ver la terminación. Las mujeres grandes llevaban mate, jugo, agua y torta casera a los obreros.
Las cabezas se veían emblanquecidas producto del lijado, las manos con pintura, las sonrisas a flor de piel y las familias agradecidas al Señor por la casa que pertenece a todos.
A partir de ahora se realizarán algunas convocatorias más a personas específicas para aumentar la funcionalidad del avance, “lo que no quita que en el futuro se invite nuevamente a toda la iglesia a trabajar. Deben estar atentos, se avisará con tiempo”, informó el pastor Eduardo Ontiveros.