2019-03-12 | Testimonio: Carta de un hombre de Dios a sus hijos.
Desde el corazón de un padre. . .
Un amigo de 80 años envió el siguiente correo electrónico a sus hijos y sus parejas. Este revela el corazón de un hombre que ha caminado con Dios, que Lo encontró y le fue fiel a lo largo de toda su vida. El padre quería asegurar a sus hijos, —y a los hijos de sus hijos—que Dios no les fallará, para animarlos a poner sus esperanzas en Dios, y les instó a orar para que Dios use la actual crisis económica para lograr un verdadero avivamiento espiritual y un despertar en nuestra tierra.
Tema: "Sólo Él es mi roca y mi salvación, mi baluarte, nunca seré sacudido." (Salmo 62:2)
Querida familia,
Como todos saben, en este momento estamos viviendo tiempos económicos turbulentos. Las empresas grandes y pequeñas, así como las organizaciones no lucrativas e incluso las iglesias locales están despidiendo personal. Los maridos de tres damas de nuestra oficina han sido despedidos. El pastor de una iglesia grande me dijo ayer que no pueden pagar la nómina de esta semana, aun después de haber despedido una parte del personal y de hacer recortes de salario a todos, incluyendo el suyo.
Creo que nuestra propia familia —y la Iglesia en América—necesita orar para que Dios use estos tiempos de estrés como una oportunidad para despertar a Su pueblo. No es muy tarde; esta podría ser la hora en que Dios traiga un avivamiento. Los fondos de jubilación se han reducido, a menudo en un 30-40%. El dios principal de nuestra época (el dinero, y lo que promete) está empezando a caerse y ser visto como un ídolo que no puede rescatar —igual que los filisteos se estremecieron cuando Dagón, su dios de madera, cayó y se rompió en el altar (1 Sam. 5:3).
A medida que los efectos comienzan a tocar cada una de nuestras vidas, tenemos una maravillosa oportunidad de poner nuestra fe en práctica. ¿En qué realmente estamos poniendo la confianza de nuestros corazones? Siempre que tenemos un sistema de apoyo visible (trabajo, amigos, cuentas de ahorros, policía y departamento de bomberos), tenemos la tentación de poner indebidamente nuestra confianza en algo que no es el Dios vivo.
Quiero recordarles a todos ustedes, queridos hijos, que dentro de nuestra propia familia, hemos visto la inconfundible mano de nuestro Dios, una y otra vez. Él se ha mostrado fiel todos los días de nuestras vidas. Y Él es quien es "el mismo ayer, hoy y por siempre" (Hebreos 13:8).
Cuando su mamá y yo nos casamos no teníamos dinero, ni trabajo, ni auto, ni hogar, ni seguro de salud, y aun nos quedaban 6 ó 7 años del postgrado que aún no se habían terminado de pagar. "¡Poderoso es Dios!" ¡Milagrosamente nos ha guiado y sostenido, durante todos estos años, y siempre proveyó nuestro pan de cada día, nos dio lo que necesitábamos para alimentarlos, vestirlos, una casa para ustedes, y la oportunidad de mandarlos a los cinco a escuelas cristianas, a la universidad e hizo que tuvieran sus propios hogares! ¿Es Él increíble o no?
Y, en el camino Él realizó, no sólo los milagros "regulares" que damos por sentado (el sol cada mañana, el funcionamiento de nuestro cuerpo, etc.), sino también algunos milagros extraordinarios.
Ustedes pueden recordar cómo apenas unos días antes de ir a Haití oramos como familia por $935 adicionales que necesitábamos para el pasaje aéreo. No le dijimos a nadie. Una mañana encontré un sobre en la entrada de parte de un joven a quien no había visto ni hablado por 3 años. Él había estado en el extranjero con el ejército, no sabíamos que había regresado y no tenía ni idea de que íbamos para Haití. ¡Abrimos el sobre y encontramos exactamente $ 935, no $ 940! En la nota se limitó a decir: "Úsalo para cualquier ministerio en el extranjero."
¡Nuestro Dios es verdaderamente asombroso!
Reciban amor y abrazos, de Papá
“Mi socorro viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra.” (Sal 121:2)
© Usado con permiso. “Hope for Uncertain Times” por Nancy Leigh DeMoss.
http://www.ReviveOurHearts.com
www.AvivaNuestrosCorazones.com