2019-10-22 | ¿Cómo enseñar a niños y niñas a relacionarse en el mundo actual?
Wendy Buckler*
La llamada inesperada a mi puerta me trajo imágenes de un vendedor de casa en casa. Pero resistiendo mi impulso a esconderme, abrí la puerta y encontré que la persona que estaba en mi pórtico no era una extraña, ni tampoco estaba vendiendo nada. Era una compañera de clase de mi hijo de 10 años, y ella le había hecho un regalo... ¡con todo y una carta de amor! Honestamente, hubiera preferido un largo discurso de un vendedor de aspiradoras.
Decir que me sentía conmocionada y no preparada sería quedarse corto, pero la situación llevó a una conversación importante con mi hijo. Cuando le mostré el regalo, no le dije de quién era (para proteger a los dos de un encuentro incómodo al día siguiente), pero hablé con él sobre las chicas y los sentimientos. Compartí que había llegado a la edad en la que las chicas empiezan a admirar y a tener sentimientos especiales por los chicos. Aunque todavía no tenía sentimientos recíprocos, le expliqué que debería ser sensible a quienes los tienen y tratarlas con la misma amabilidad y respeto que le gustaría recibir si los papeles se invirtieran. Estoy segura de que él hubiera preferido una charla sobre béisbol y lagartijas.
Incluso cuando falte mucho tiempo para su primera cita, nunca es demasiado pronto para enseñar a nuestros hijos a comunicarse e interactuar con miembros del sexo opuesto de una manera saludable. Como descubrí, el asunto puede – literalmente - tocar a su puerta mucho antes de lo que espera.
Cree Oportunidades
Una manera de fomentar las interacciones saludables es proporcionar oportunidades para que sus hijos desarrollen amistades con miembros del sexo opuesto. Esto les beneficiará tanto ahora como en sus futuras relaciones de pareja. En la serie “¿Cómo hablar se sexualidad con nuestros hijos?”, Enfoque a la Familia dice que los padres deben enfatizar las habilidades de amistad con el sexo opuesto: "La verdadera intimidad en los años posteriores requerirá habilidades de amistad, no sólo emociones románticas". Cuando los niños conocen y se sienten cómodos con el sexo opuesto, es menos probable que desarrollen el tipo de curiosidad que puede llevarlos a tener citas muy tempranas.
Mantenga una actitud positiva
Como padres podemos ayudar a nuestros hijos a cultivar actitudes saludables prestando mucha atención a cómo hablamos de las relaciones con el sexo opuesto. Las relaciones entre niños y niñas no se deben poner en un altar ni hablar negativamente de ellas. Sheila Wray Gregoire, autora cristiana y experta en crianza, dice que hablar negativamente sobre las citas y el sexo puede llevar a los niños a decidir que "los niños son asquerosos" o "las niñas asustan", lo que hace que terminen con una percepción negativa de los miembros del sexo opuesto. En cambio, los padres deben tratar de mantener una actitud positiva mientras usted ayuda a sus hijos a encontrar maneras de experimentar relaciones saludables.
Modele relaciones saludables
A menudo se ha dicho que los niños aprenden lo que viven. Modelar el amor y el respeto dentro de nuestras familias es donde comienzan las relaciones saludables - incluyendo aquellas con el sexo opuesto. Demuestre afecto a su cónyuge y a sus hijos, y no deje de ser cariñoso con ellos a medida que crecen. Abrácelos, luche con ellos, apóyense el uno en el otro mientras ven una película. Mis hijos tienen ahora 17, 14 y 11 años, y a todos les encanta que les hagan cosquillas. Los niños que no reciben afecto físico saludable de sus familiares pueden ser más propensos a buscar atención física en otro lugar.
Dé a los niños oportunidades para practicar el comportamiento amoroso y respetuoso y los buenos modales planeando noches de citas madre-hijo y padre-hija. A mi hija le encantaba vestirse para las citas con papá, y a mis hijos les gustaba que les dieran dinero en efectivo para que lo guardaran en sus billeteras para poder pagar la cena conmigo.
La familia es el lugar perfecto para combatir el flujo constante de información en los medios de comunicación sobre lo que nuestra cultura considera saludable y aceptable. Estudien la Biblia o lean juntos un libro cristiano y creen el espacio seguro que sus hijos necesitan para aprender lo que la Palabra de Dios dice acerca de las relaciones.
Establezca límites
Es importante trazar algunas líneas divisorias para sus hijos mientras navegan por las aguas de las amistades entre chicos y chicas. Enséñeles que hay ciertos temas de discusión que deben guardarse para los amigos del mismo sexo. Por ejemplo, sería inapropiado que una jovencita hable con un amigo acerca de comprar un sostén o de que tiene el período. Esos temas deben ser guardados para el "tiempo de las chicas". Lo mismo ocurre con los niños, que deberían limitar las conversaciones sobre su propio desarrollo corporal al "tiempo de chicos".
Provea práctica
Durante los años de la adolescencia, la conversación con cualquiera puede ser difícil, y hablar con el sexo opuesto puede ser francamente abrumador. Dé a sus hijos un esquema para hablar con los demás para que no se queden sentados en un silencio incómodo. Dígales que una buena regla es hacer preguntar sobre la persona y luego hacer una pregunta de seguimiento para demostrar que están escuchando. Después de eso, pueden compartir algo de sí mismos o de lo que les gusta. Practique este patrón de conversación con sus hijos, animándolos a sentarse o pararse derecho y mirar a la otra persona a los ojos. Puede parecer incómodo al principio, pero la práctica les servirá de mucho cuando se encuentren en una situación potencialmente silenciosa.
* 2018 Enfoque en la familia. Todos los derechos reservados. Usado con permiso. Publicado originalmente en inglés en focusonthefamily.com.