2022-06-01 | Descubra lo que dice la Biblia sobre el trabajo y cómo enseñarles a sus hijos su importancia.
Por Phil Steiger
Yo vengo de una familia con una larga trayectoria de personas muy trabajadoras. Mis padres fueron pastores que vivieron una ética laboral confiable y balanceada. Antes de ellos, mis abuelos y sus familias trabajaron en imprentas, fueron ingenieros, secretarias, amas de casa y agricultores. Yo crecí aprendiendo el valor del trabajo sobre todo con el ejemplo; estaba en mi ADN. Pero siempre me pregunté: ¿Qué dice la Biblia acerca del trabajo?
Trabajar fue un hábito que me inculcaron desde una edad temprana. Sin embargo, no fue hasta mucho tiempo después en mi vida que aprendí por qué el trabajo es tan importante. Desde pequeño hacía mis labores y ganaba mi mesada a una tasa de $0.25 por tarea (la inflación ha cambiado un poco las cosas desde entonces). Yo diezmaba, ahorraba y reunía una gran cantidad de monedas en mi cuarto. Conforme crecí, tuve trabajos antes y después del colegio. Trabajé a tiempo completo siendo joven.
Desde el principio tenía la costumbre de trabajar, pero el significado del trabajo se hizo más evidente conforme fui avanzando en la vida. Sin saber lo que estaba haciendo, iba por el camino que Dios diseñó para cada uno de nosotros. Dios nos creó para trabajar y, cuando lo hacemos, nos convertimos en parte de Su más grande plan.
Pero ¿Qué dice la Biblia acerca del trabajo? ¿Cómo podemos enseñarles a nuestras familias que el trabajo no es solo un sistema de recompensas por las tareas que hacemos, o recibir mesadas? La historia bíblica del trabajo es un valioso cofre de tesoros para el proceso de discipulado de cada uno de nosotros, y podemos y deberíamos enseñar esa riqueza a nuestras familias.
¿Qué es el trabajo?
Una definición fundamentada en la historia de las Escrituras nos ayudará en gran medida a tener una comprensión correcta del trabajo en nuestras familias. Es fácil pensar en el trabajo de una forma que nos impida verlo como algo inspirador o significativo. Si tenemos un concepto equivocado del trabajo, menospreciaremos el tiempo y el esfuerzo que le dedicaremos durante nuestras semanas, meses y años. Cuando vemos el trabajo solamente como un medio para alcanzar un fin (hacer tareas a cambio de dinero), no lo estamos viendo con el significado y el valor que Dios pretende. Si criamos a nuestros hijos de acuerdo con esta visión transaccional del trabajo, podría llegar a hacer que sus futuras vocaciones se transformen fácilmente en insatisfacción.
Yo creo que la visión completa del trabajo que la Escritura nos da es algo como esto: Trabajo es cualquier cosa significativa que hacemos, que Dios nos equipó para hacer, y que puede ser hecha para Su gloria, para el apoyo de nuestro prójimo y como parte de un adelanto de lo que ocurrirá en Su reino.
Ver el trabajo de este modo trae algunos beneficios. Primero, dice que “cualquier cosa significativa” que hacemos puede ser trabajo desde la perspectiva bíblica. Eso excluye el trabajo que es destructivo e inmoral, pero abre la puerta a casi cualquier otra cosa que tenga significado. Por ejemplo, el trabajo de la crianza de los hijos, escritura, artes, paisajismo, ingeniería, medicina y asuntos legales, todo ello es trabajo bíblico.
Segundo, reconoce que todo comienza con los dones que Dios nos da y que nuestro trabajo puede ser para Su gloria. Y tercero, conecta el trabajo con el amor por nuestro prójimo y el reino de Dios.
Desempaquemos estas ideas mientras continuamos descubriendo lo que dice la Biblia acerca del trabajo y hablamos de algunas formas de transmitir esta perspectiva a nuestros hijos.
El Trabajo es un Regalo
Es porque vivimos en el mundo que Dios creó todo lo que tenemos. Cada oportunidad es un regalo de Dios. Cada talento, habilidad e interés que tengo es parte de cómo Dios me hizo en cuerpo, mente y alma, y lo mismo aplica para usted. Dios ha llenado este mundo con una asombrosa variedad de habilidades e intereses, y hacer un buen uso de ellos es una especie de acción de gracias a Dios por los dones que Él nos ha dado.
El compositor J.S. Bach escribió algunas de las piezas de música más hermosas del mundo. Pero un hecho poco conocido es que él firmó cada una de sus piezas musicales con las tres letras “S.D.G.”, una abreviación para la frase en latín “Soli Deo Gloria” la cual significa “Para la gloria de Dios”. Y claro está, su música ha sido tocada y cantada por cientos de años en los cultos.
Dar regalos puede estar lleno de significado. Cuando alguno de los padres se conecta a trabajar o sale de la casa para ir a su trabajo, los niños pueden ver eso como un tiempo perdido en el que su padre podría estar con ellos. Sin embargo, se puede hablar de “ir al trabajo” en términos de dar el regalo de sus talentos, educación o habilidades a otros. Cuando un niño se toma un tiempo para hacerle una tarjeta a mamá, usa sus habilidades para dar un regalo. Del mismo modo, mamá se toma un tiempo y utiliza su educación y experiencia para ayudar a su negocio con la contabilidad.
Cuando estudié lo que la Biblia decía acerca del trabajo, noté cómo las personas usaban los talentos que Dios les había dado para servirle. Hablar sobre nuestro propio trabajo en términos de los dones que Dios nos ha dado puede ayudarnos a construir un sentido de los dones de Dios en nuestros hijos.
Fuimos Creados para Producir algo con la Creación de Dios
Dios puso a Adán y a Eva en el jardín para que lo trabajaran y lo cuidaran. La idea bíblica de la mayordomía comienza con nuestra creación y el mandato de Dios de que nos ocupemos del resto del mundo que Él creó. La creación no estaba destinada a agotarse a través de nuestro consumo. En lugar de ello, debía convertirse en algo hermoso y útil a través de nuestra creatividad y contribución.
En el lenguaje de Génesis 1:28-31, palabras como “dominio” y “someter”, no significan agotar y destruir. Cuando vemos lo que la Biblia dice al respecto del trabajo, descubrimos que fuimos hechos para tener familias, criar hijos, construir puentes, elaborar legislación, escribir literatura y cultivar la tierra. Dios nos creó para hacer algo del mundo que Él creó.
Una conversación útil que puede tener con su familia es hablar acerca de cómo la comida llega a su mesa. Hable sobre cómo los agricultores preparan sus campos y plantan las semillas. Tal vez hasta usted tenga un jardín en su casa que pueda usar a modo de ilustración. A continuación, piensen cómo estas cosechas se venden, envían y son almacenadas en los lugares correspondientes. La gente compra esa comida para los supermercados y los empleados llenan los estantes donde su familia compra. Una vez que el alimento está en el hogar, aún necesita ser preparado, cocinado y convertido en una comida. ¡Una simple cena es la culminación de cientos de personas que hicieron algo con lo que proviene de la tierra verde de Dios!
Amamos a Nuestro Prójimo
Cuando trabajamos, nos convertimos en parte de la vida cotidiana de los demás. Desde comprar un café hasta descargar una nueva aplicación en el teléfono, prácticamente todo lo que necesitamos o hacemos requiere de otras personas para funcionar apropiadamente. Lo mismo ocurre con el trabajo que usted realiza.
Trabajar bien es una forma de demostrar a nuestro prójimo el amor de Dios. El segundo gran mandamiento que Cristo nos dio fue amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Algunas veces dejamos que esa idea caiga en un sentimiento confuso o un simple acto de bondad, pero ¿qué tal si es algo mucho más grande que eso? ¿Qué tal si mi capacidad de programar software de computadoras es una parte necesaria dentro del Todo de Dios?
Uniendo estos pensamientos, aprendemos que cada uno de nosotros es una parte valiosa de las comunidades donde Dios nos puso. El trabajo es mucho más que hacer algo para recibir un pago. Estamos aprendiendo que Dios nos creó para trabajar a fin de que nuestro prójimo y comunidades puedan prosperar. Mi trabajo, en efecto, genera el salario que suple nuestras necesidades, pero también se cruza con las vidas de muchas personas que se benefician de lo que yo hago.
Somos parte del Gran Plan de Dios para la Creación
En Jeremías 29:5-7, Dios motivó a los hebreos en el exilio a construir familias, trabajar arduamente y orar por las ciudades en las que vivían. Dios dice: “En su bienestar, encontrarán el bienestar de ustedes”. Mientras usted y su familia descubren lo que dice la Biblia acerca del trabajo, recuerden que es una cosa increíble que los valores del Reino de Dios se conviertan en el fruto de nuestro trabajo. Estos valores pueden ser señales para las personas a nuestro alrededor, que demuestren que hay un Dios, y que Él nos hizo para encontrar significado y propósito en Él.
© 2022 Focus on the Family. Todos los derechos reservados. Utilizado con permiso. Originalmente escrito por Phillip Steiger y publicado en inglés en focusonthefamily.com