2024-04-15 |
Por Erin Davis*
A menudo en este blog recibimos comentarios de nuestras lectoras acerca de sus luchas para cultivar una relación amorosa y estable con sus padres. Hasta cierto grado, la tensión entre padres e hijos es normal en los años de la adolescencia, pero solo porque es normal no significa que es lo mejor para ti y para tus padres.
Es por eso que no pude esperar en pasarles la publicación que encontré de John Piper destacando dieciséis resoluciones para los adolescentes en cuanto a su relación con los padres. Estos son pasos que puedes llevar a la práctica hoy para seguir los mandamientos de Dios acerca de honrar a tu padres más plenamente (Mt. 19:19).
Resuelvo obedecer tus instrucciones y hacer lo que sé que esperas de mí, aun cuando no me lo menciones. No te forzaré a repetirme las cosas, lo cual a veces considero irritante.
Resuelvo no quejarme cuando haga mis quehaceres, sino que recordaré cuan maravilloso es tener una familia, un hogar, ropa, comida, agua potable, energía eléctrica, y calentador en un mundo donde millones de adolescentes no tienen nada de esto.
Resuelvo que cuando piense que tus órdenes son injustas, las haré primero, y después de mostrarte una actitud obediente, preguntaré si podemos hablar. Luego explicaré mi posición e intentaré entender la tuya.
Resuelvo no ignorarte ni darte un trato silencioso, el cual no me agrada cuando mis amigas me lo hacen. Si estoy triste y quiero estar sola, diré: «Lo siento, no me siento en condiciones de hablar ahora. ¿Podemos hablar después? No estoy enojada; solo quiero estar sola».
Resuelvo que cuando haga algo mal y te decepcione, me disculparé sinceramente con palabras que puedas escuchar. «Mamá, lo siento, no recogí el montón de ropa».
Resuelvo llamarte con títulos familiares cariñosos, como «mami» o «papi» o «mamá» o «papá». No dejaré que otros jóvenes me presionen a llamarte algo irrespetuoso como si el verdadero afecto fuera vergonzoso o infantil.
Resuelvo darte las gracias una y otra vez por las cosas ordinarias que haces por mí. No las tomaré por sentado como si fueras mi esclava (o).
Resuelvo hablarte de mis sentimientos, tanto los positivos (como felicidad, vergüenza, emoción, simpatía, etc.) y los negativos (como enojo, miedo, dolor, soledad, desaliento, etc.) Recordaré que los sentimientos que no son compartidos llevan al distanciamiento y a la frialdad y aún más a la soledad y al desaliento.
Resuelvo reirme con mi familia y no de mi familia. Especialmente me reiré cuando mi hermanito o mi hermanita me digan un chiste esperando una emoción de mí parte.
Resuelvo ofrecer dos halagos por cada crítica. Y cada crítica apuntará a ayudar a alguien a mejorar, no solo tendrán el objetivo de menospreciar o reducir.
Resuelvo participar en los devocionales familiares y tratar la lectura de la Biblia y la oración con respeto y hacer mi parte en ayudar a otros de mi familia a disfrutarlos. Cuando no me sienta espiritualmente fuerte, oraré sobre esto como una necesidad personal en lugar de verterla sobre los demás como un vaso de agua fría. Recordaré que confesar las debilidades une los corazones.
Resuelvo no devolver mal por mal o no tratar de justificar mi maldad porque alguien me trató de mala manera primero.
Resuelvo leer mi Biblia y orar todos los días aunque sea solamente un versículo y un clamor por ayuda. Sé que los jóvenes no viven de pan solamente, sino de cada palabra que viene de Dios.
Resuelvo volver a casa a la hora que acordamos. Si algo me detiene, llamaré, lo explicaré y pediré tu dirección.
Resuelvo recibir a nuestros invitados con cortesía, respeto y tratar de hacerlos sentir felices de haber venido.
Resuelvo siempre decir la verdad para que confíen en mí y me den más y más libertad en la medida que crezca en edad.
¿Cuáles son otras resoluciones que puedes hacer para honrar a tus padres mejor y mejorar el entorno en tu familia y en tu hogar?
*Erin Davis es una autora, bloguera y oradora a la que le encanta ver a mujeres de todas las edades correr hacia el pozo profundo de la Palabra de Dios. Es autora de muchos libros y estudios bíblicos, incluidos Beautiful Encounters, Beyond Bath Time, 7 Feasts, Fasting & Feasting, y la serie My Name Is Erin.
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