2024-06-11 | Pendientes de su Palabra
¿Qué es lo primero que haces en las mañanas?
¿Revisas tu Instagram? ¿Vas a WhatsApp o empiezas a ver TikTok?
El mundo de las redes sociales nos está envolviendo cada día; en ellas buscamos aprobación, consuelo, aceptación y ánimo. Si este es el caso, estamos buscando en el lugar equivocado.
«Oh Dios, Tú eres mi Dios; te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de Ti, mi carne te anhela cual tierra seca y árida donde no hay agua». - Salmo 63:1
Estos versos fueron escritos por el rey David, y si tu Biblia es como la mía que te explica el contexto en que se escribió un pasaje, verás que fueron escritos mientras se encontraba en el desierto de Judá, perseguido por Saúl, quien deseaba su muerte.
En 1 Samuel leemos que la relación de ambos no era tensa ni peligrosa al principio, pero al llegar al capítulo dieciocho, vemos cómo David es alabado por las mujeres debido a sus hazañas. Estableciendo un paralelo, David recibía diez mil notificaciones o «likes» y Saúl solo mil.
Sin embargo, su vida no estaba centrada en sus proezas, ni en lo que pensara la gente; él sabía que su poder dependía de la relación y búsqueda de la notificación de Dios: «un like» divino.
No importa si era cuidando ovejas o enfrentando al gigante Goliat, David no escuchaba los comentarios de desánimo, ni las alabanzas en la victoria; él sabía que su única fuente de poder era Dios, que su victoria dependía de Él, y que su identidad estaba en Dios y no en las situaciones.
«Porque Tu misericordia es mejor que la vida, mis labios te alabarán. Así te bendeciré mientras viva, en Tu nombre alzaré mis manos. Como con médula y grasa está saciada mi alma; y con labios jubilosos te alaba mi boca. Cuando en mi lecho me acuerdo de Ti, en Ti medito durante las vigilias de la noche». - Salmos 63:3-6
Amada, que lo último que anheles en la noche y lo primero al despertar sea buscar la «notificación» que tiene el Señor para ti escrita en Su santa palabra.
Que así como David, en cada momento de nuestras vidas podamos estar ancladas en el versículo 8: «A Ti se aferra mi alma; Tu diestra me sostiene». Que nuestras emociones, pensamientos y sentimientos no dependan de nuestras cuentas en las redes sociales, sino de Su amor que nos cubre y nos llena.
Te animo a que juntas descubramos los tesoros en cada promesa y exhortación, que la Palabra de Dios tiene para nosotras.
¡Hay una notificación para ti y para mí!
¡Dios te bendiga!
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