2017-12-26 | El amor es paciente, es bondadoso; (…) no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido…
Sixto Porras*
Dentro de la relación romántica existen ciertos esfuerzos por parte de ambos cónyuges que les ayudarán a comunicarse de una mejor manera y a incorporar modos de expresión más directos y sensibles a las necesidades del otro.
Le comparto algunos consejos prácticos para mejorar la comunicación de pareja:
1. Al tratar un problema, procure iniciar con algo positivo. No se trata de decir cosas positivas solo por decirlas, se requiere sentirlas y reconocer que es importante valorar los atributos que tiene la otra persona. Cuando tenemos presente las cosas buenas que hemos vivido y las virtudes de la persona que amamos, el diálogo es más agradable y los problemas más llevaderos.
2. Sea específico. No ataque a la persona, hable de lo que sucedió o del comportamiento problemático. En lugar de decir: “Eres desconsiderado”, es recomendable decir: “Eso que haces me hace pensar que no me tomas en cuenta”.
3. Exprese sus sentimientos. Hágale saber a su cónyuge el impacto emocional que usted experimenta ante su comportamiento. No es prudente asumir que sus sentimientos son obvios para la otra persona, es necesario expresar cómo se siente y hacerlo con respeto.
4. Sea breve y concreto al definir los problemas. El objetivo de hablar sobre el problema que enfrentan no es hacer un análisis interminable de las fallas de su cónyuge. Para mejorar la convivencia, necesitamos dejar de repetir lo que ocurrió en el pasado, esto nos permite avanzar hacia el futuro sin recriminaciones innecesarias. Para ello, basta una definición clara y concreta del problema o de la inconformidad, e identificar los pasos necesarios para seguir adelante.
5. Ambos deben reconocer su rol en el origen y desarrollo del conflicto. Aunque cada uno piense que quien está erosionando la relación es el otro, es necesario reconocer, con humildad y valor, qué elementos han aportado ambos para llegar a la situación actual y cómo ambos pueden mejorar para fortalecer la relación.
6. Discuta un problema a la vez. El intento de abordar al mismo tiempo todas las conductas que provocan malestar en la relación, genera confusión, desesperanza y frustración. Solucionar un problema a la vez, permite a la pareja tener más objetividad, la relación se fortalece y se desarrollan las habilidades necesarias para enfrentar futuros conflictos.
7. No adivine lo que su pareja piensa. Ninguna persona tiene la capacidad de leer el pensamiento del otro o ser capaz de conocer los deseos más profundos que tiene. Pero si expresamos con respeto lo que sentimos y pensamos tendremos los elementos necesarios para dialogar y llegar a acuerdos.
8. No juzgue las intenciones de su cónyuge. Una tendencia que tenemos, es juzgar las intenciones de nuestro cónyuge, en lugar de preguntar lo que quiso decir. No se apresure a criticar, es mejor escuchar antes de emitir un criterio. Esto quiere decir que no debemos describir la conducta de la otra persona en una forma humillante, intimidante ni denigrante. Todo lo que hagamos debe dirigirnos a mejorar la relación, para esto debemos tener la mejor actitud, enfriar las emociones antes de hablar y estar dispuestos a escuchar con un corazón abierto.
9. Enfóquense en las soluciones. Ante un problema, muchas veces nos quedamos expresando cómo nos sentimos sin plantear una solución a lo que estamos viviendo. Es mejor comunicarnos con la intensión de mejorar, en lugar de hacerlo para hacer sentir mal o culpable a la otra persona. La meta es buscar una solución a lo que enfrentamos y no aumentar el dolor que sentimos.
10. Mejorar la convivencia debe ser nuestra meta. La comunicación requiere de sensibilidad, esfuerzo y un constante deseo de mejorar. Juntos debemos asumir el compromiso de mejorar como personas y así otorgar seguridad a la relación. Esto nos permite experimentar una mayor satisfacción al estar juntos.
*Sixto Porras. Director Regional de Enfoque a la Familia. Autor de los libros: «Amor, Sexo y Noviazgo», «De Regreso a Casa», «Hijos Exitosos» y «El Lenguaje del Perdón». Coautor de: «Traigamos a los pródigos de regreso al hogar» y «Meditaciones en Familia». Esposo de Helen, y padre de Daniel y Esteban. Su pasión es ayudar a las familias a mejorar.
