2018-06-12 | Su esposo aprenderá más de lo que usted hace que de lo que pueda convencerlo para que haga
Silvia Salas*
¿Qué ve en la imagen de abajo?
¿Una copa?, ¿dos rostros viéndose de frente?, o ¿ambas?, una copa y dos rostros. Puede ser que una persona vea una forma, y otra persona vea la otra, puede ser que alguien vea las dos formas.
¿Cómo es posible que ante una misma realidad, puedan verse dos cosas diferentes y ambos estar en lo correcto?
Esto es posible debido a la perspectiva privada. Cada persona ve las situaciones de forma diferente, debido a su historia, género, formación, etc.
En la relación de pareja nos enfrentamos constantemente a esta diferencia de percepciones; ante una situación, la esposa puede pensar que se debe actuar o reaccionar de cierta forma, y el esposo de otra. Estas diferencias se intensifican cuando llegan los hijos, ya que las emociones, el cansancio y los cambios hacen que estemos más sensibles, pero además, afloran las formas de crianza que aprendimos en los primeros años de vida (desconocidas hasta ese momento por la pareja) y por otro lado, se vive la maternidad y la paternidad de forma diferente, porque las mujeres-madres y los hombres-padres desarrollan distintas aptitudes y condicionamientos para el proceso de crianza.
Ante estas diferencias de pensamiento, perspectiva y aptitudes, ¿cómo logramos inspirar a nuestra pareja a involucrarse de forma activa en el cuidado y la crianza de los hijos?
Escuche a su pareja de forma activa
Esto significa estar enfocada, poner atención, y parafrasear lo que dijo para ver si entendimos bien lo que quiso decir. Implica ponerse en sus zapatos y validar lo que cada “figura” de la vida significa para él; si él ve una copa y usted está viendo “dos caras”, escuchar de forma activa significa tratar de ver “la copa” que él está viendo. Una vez que usted logra ver lo que él está viendo, entonces puede explicarle que usted está viendo “dos caras”, y si no logramos ver o entender el punto de vista del otro, podemos tener una actitud respetuosa de su posición, podemos decir algo así como: “¡No comparto como ves esta situación, pero lo respeto!”
Valore y valide los esfuerzos que hace
Si queremos que nuestro esposo se involucre en el cuido, la atención de las necesidades y el tiempo de juego con los niños, debemos entender y validar todos los esfuerzos que hace; como madres debemos entender que él está haciendo su mejor esfuerzo desde sus habilidades y su perspectiva. Si no le puso el pañal al bebé como nosotras lo hacemos, o lo duerme de forma distinta, no es que lo esté haciendo mal, solo diferente. Es importante evitar toda crítica en el momento, porque si lo hacemos, ellos van a preferir que mamá se encargue con tal de no escuchar sus correcciones constantes. Las críticas constantes generan sentimientos de desaprobación y para ellos es muy importante sentirse admirados. Recordemos que los errores son oportunidades para aprender, confiemos en ellos, en el proceso, modelemos nosotras cómo hacerlo y reconozcamos cualquier esfuerzo de su parte.
Involúcrelo en la crianza desde la invitación y la motivación
(evite la obligatoriedad y la imposición)
Si desea llevar un taller sobre crianza invítelo a ir con usted; si encuentra un buen video informativo véanlo juntos; si están decidiendo a qué escuela o centro educativo enviarán a sus hijos, vayan juntos, si usted tiene más disponibilidad de tiempo, al menos vaya con él a ver las dos opciones que usted considere mejor. Lo más importante es que se sienta involucrado y que pueda participar de la decisión. Si se reúsa, evite enojarse. Aun así, procure seguirlo involucrando, no se rinda y respete cualquiera que sea la respuesta.
Procure un espacio de conexión cuando deban establecer acuerdos
Cuando se necesite un acuerdo, es mejor procurar un espacio en el que puedan estar tranquilos, muy conectados, en el que puedan verse a los ojos, tener tiempo suficiente para conversar sobre el tema, exponer cada uno su punto de vista y escuchar de forma activa y respetuosa. Pueden hacer una lluvia de ideas y procurar elegir una solución que sea respetuosa para ambos, para el niño y para la situación.
Deje a los niños a solas con su esposo
Es importante que su esposo pueda tener tiempo a solas con los niños, esto fortalecerá el vínculo. Si tienen un solo hijo, usted podrá aprovechar para tener tiempo para usted misma; si tienen dos, usted puede tener tiempo de calidad con el otro hijo; y si tienen más, pueden organizarse para tener tiempo especial con cada uno tan frecuentemente como sea posible. Si los niños tienen menos de 6 años, se recomienda que diariamente se tenga tiempo a solas con el niño; de 6 a 12 años, semanalmente; y adolescentes, al menos una vez al mes. El tiempo de calidad es una de las herramientas más útiles para que los padres generen vínculo con los hijos. Si son bebés y está en lactancia exclusiva, puede tener tiempo con papá entre una toma y otra; confíe en él, van a estar bien.
¡Disfrute de la maternidad!
Cuando él vea los resultados en usted, puede sentirse motivado a involucrarse y a disfrutar de su paternidad junto a usted.
Las personas actúan mejor cuando se sienten bien, si usted promueve una relación de respeto y cariño, tanto con su pareja como con los niños, él se sentirá a gusto y deseará llegar a casa. Su esposo aprenderá más de lo que usted hace que de lo que pueda convencerlo para que haga, es decir, su ejemplo es la mejor inspiración.
*Silvia Salas es educadora de padres certificada por la Asociación de Disciplina Positiva EE.UU, está felizmente casada desde hace 12 años, tiene un hijo de 6 y una hija de 4 años. Colaboradora en Enfoque a la Familia.
