Esperanza en tiempos de incertidumbre. Parte II


2019-03-05 | Cómo aprovechar la crisis para aferrarse más al Señor y que su luz llegue más profundo



Por Nancy DeMoss Wolgemuth


4. Permite que Dios  purifique tu corazón. Los tiempos difíciles pueden ser un medio para la disciplina de Dios—tanto personal como colectiva. Pregúntale  a Dios lo que Él está tratando de decirte a través de estas circunstancias, deja que Él busque en tu corazón, y luego responde con humildad y obediencia. (Salmo 139:23-24)

¿Hay algún pecado que necesitas confesar—por ejemplo, vivir por encima de tus posibilidades, el miedo, la codicia, los valores temporales, la amargura, la retención de los diezmos del Señor, la falta de compasión por los necesitados?

5. Permite que Dios reordene tus prioridades cuando sea necesario. Los tiempos de dificultades económicas o  de pérdidas,  exponen lo que es más importante para nosotros y lo que de verdad nos gusta. Proporcionan una oportunidad para identificar cualquier tendencia a acumular "cosas" que no necesitamos, y nos hacen tomar medidas para desarrollar un estilo de vida más moderado. (Lucas 12:153134)

¿Necesitas redefinir cuáles son tus "necesidades"? ¿Necesitas hacer algunos ajustes en tus gastos, con el fin de ser capaz de vivir de acuerdo a tus posibilidades y / o dar más para satisfacer las necesidades de los demás?

6. Pon tu confianza en el Señor. En Él se puede confiar. Él te ama, Él conoce lo que enfrentas, y Él tiene cuidado de ti. Estas circunstancias no lo han cogido con la guardia baja. Él todavía está en Su trono y está haciendo cumplir Sus propósitos en tu vida y en el mundo. Confía en Él para que satisfaga tus necesidades —Él proveerá. Este es  un buen momento para ver lo que Dios puede hacer. (1 Reyes 17:1-16Mat 6:25-34)

-Recuerda lo que Dios ha hecho en el pasado. (Dt. 8:2)

-Confía en Su carácter. (Salmo 36:57)

-Repasa Sus promesas. (Josué 23:14)

-Niégate a ceder ante el miedo o la ansiedad. (Salmo 46:1-3Is 54:10)

-Evita  tomar el asunto en tus propias manos. No dejes que el miedo te conduzca a los lugares que Dios no quiere que  vayas. (Génesis 12:10 f; Rut 1:1 f)

-¿Estás confiando en Dios para satisfacer tus necesidades, o en alguna otra fuente? ¿Tu respuesta a la adversidad demuestra  fe o miedo? ¿Dependes de Él o  confías en tí mismo?

7. Comunícate con los demás. Se sensible con los que te rodean, pueden tener necesidades aún mayores que las tuyas, en particular los del Cuerpo de Cristo. No te limites a pensar en tus propios problemas, pon las necesidades de los demás por encima de las tuyas. (Filipenses 2:4).

-Ora por las necesidades de otros. (2 Tes 1:11-12)

-Busca maneras de animar a los que pueden estar luchando. (1 Tesalonicenses 5:11Hebreos 3:13.)

-Comparte con otros —ayúdalos a satisfacer sus necesidades materiales, según el Señor te haya bendecido a ti. Esta es una oportunidad para  los cristianos de demostrar el evangelio y la compasión de Cristo, para que el mundo diga: "Mirad cómo se aman unos a otros" (Dt. 15:714Prov. 21:13Santiago 2:15 - 17)

¿A quién conoces que está luchando por llegar a fin de mes? ¿Cómo puedes ser un instrumento de la gracia de Dios para él o ella?

8. Practica dar como Cristo.La tendencia natural en tiempos de incertidumbre financiera es retener lo que tenemos y dar menos. Pero  ¡qué oportunidad de demostrar la grandeza y el poder de Dios con nuestras ofrendas! Pregúntale a Dios cómo  puedes ejercitar la fe y reflejar Su corazón generoso en tu dar en este tiempo. (2 Corintios 8:1-4;. 9:8)

¿Tu manera de dar refleja el corazón generoso y dador de Cristo? ¿Cómo  quiere Dios que tu crezcas en  gracia al dar durante este tiempo?

9. Regocíjate en el Señor. No dejes que el enemigo te robe la alegría— ¡a pesar de lo que está pasando en el mundo o de tu situación financiera personal! Si lo tenemos a Él, somos ricos, tenemos todo lo que necesitamos, y tenemos razones para alegrarnos! (Hab. 3:17-18)

¿Estás manifestando el gozo del Señor a los que te rodean —en tu rostro, tu espíritu y tus palabras?