El don de la viudez


2020-02-05 | ¿Qué hace Dios ante nuestra pérdida del compañero de vida? ¿Es posible reponernos de la misma?


Por Yadira Erchila-Gorek*

“No temas, pues no serás confundida;  y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. Porque tu marido es tu Hacedor.”

Isaías 54:4-5

La aflicción tocó a nuestra puerta cuando todo parecía estar bien. Pocos meses antes nos mudamos a nuestra nueva casa, en la que invertimos mucho tiempo y entusiasmo. Aunque estaba consciente de la bendición del SEÑOR, tanto mi esposo como yo nos sentíamos orgullosos y autosatisfechos con nuestros logros. Él tenía un buen empleo, yo trabajaba por las mañanas y atendía a nuestros hijos y nuestro hogar por las tardes, alguien me ayudaba con las tareas de la casa y para coronar mi definición de “bienestar” hacía unos 4 años que asistíamos a una congregación, el cuadro lucía perfecto.

Pocos meses después de la mudanza, mi esposo fue diagnosticado con una enfermedad terminal y la satisfacción  y seguridad por nuestros recientes logros quedó anulada. Jamás imaginé lo que traerían los siguientes años: Cambio de diagnósticos, esperanza pasajera de sanidad física, múltiples y complicadas operaciones, interminables viajes para tratamientos, largas estadías en clínicas, hospitales y centros de rehabilitación. Ver a mi esposo quedarse paralítico y perder poco a poco cada una de sus funciones y al final, su último aliento.

Nuestro “bienestar” se convirtió en la aflicción más grande que me ha tocado vivir. Pero su resultado fue de valor eterno e incalculable. El SEÑOR la usó para traer a la superficie lo que realmente había en nuestros corazones, moldear mi carácter (algo que aún continúa haciendo) revelando mi orgullo, egoísmo e impaciencia y en un proceso que nos parecía interminable, al final, trajo la redención de mi esposo, que era su necesidad más apremiante. También trajo para mí, viudez; y para mis hijos, orfandad.

DIOS no se  equivoca al permitir esta clase de dolor, las viudas no somos un tipo diferente de cristianos en aflicción, el sufrimiento intenso y la viudez también están incluidos en la frase "todas las cosas" de Romanos 8:28:

"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados".

Ahora bien podríamos preguntarnos ¿cómo nos ayudará a bien el quedarnos sin la cabeza del hogar? Si tenemos hijos, ¿con quién compartiremos la responsabilidad de su crianza y educación? ¿Quién proveerá para nuestras necesidades? ¿Quién se encargará de todas aquéllas cosas prácticas que no sabemos hacer? ¿Cómo manejaremos las cosas que nunca hemos manejado solas? ¡Y todo sin dejar a un lado el profundo dolor que causa la separación del compañero de nuestra vida!. ¿Qué haremos con los sentimientos de debilidad, soledad e impotencia? Y las interrogantes podrían continuar...

Sin embargo, sí existe una respuesta a todas nuestras interrogantes y es ¡GRACIA ABUNDANTE HECHA A LA MEDIDA!

¿Cómo recibiré de ti el bien y el mal rechazaré?

Si sé que Tú eres Señor Soberano y justo.

¿Cómo he de alabarte en bendición

Y olvidarte en el dolor?

Si sé que tienes el control

Bendito sea el nombre del Señor

En todo tiempo

Sea haga Tu perfecta voluntad

En mí

Trae gloria a Tu nombre

A través de mi aflicción

Dame tu Gracia para ver que vivir es Cristo

(Vivir es Cristo, Jonathan y Sarah Jerez)

¡Sí bendito sea el Nombre del SEÑOR aún en la viudez! Él puede traer gloria a Su nombre a través de esta aflicción particular, SU ABUNDANTE GRACIA es y será siempre suficiente para nosotras y para nuestros hijos.




Este artículo procede del Ministerio Aviva Nuestros Corazones ® www.avivanuestroscorazones.com. Publicado con permiso

*Yadira Erchila-Gorek

Su amor por la palabra del Señor y su anhelo por encontrar recursos basados en las Escrituras para enseñarlos al grupo de mujeres latinas que lidera desde hace 8 años, la llevaron a la página web de Aviva Nuestros Corazones. Al descubrir la riqueza y abundancia de las enseñanzas ella y su grupo "Restaurando" se unieron al ministerio muy rápidamente. Yadira se convirtió en embajadora debido a que el mensaje de libertad, plenitud y abundancia de Aviva Nuestros Corazones fue la respuesta del Señor a sus oraciones en cuánto a la dirección a seguir. Ella y sus hermanas han dicho "sí Señor" y han abrazado al llamado a la feminidad bíblica y anhelan que muchas mujeres en Europa sean alcanzadas con el mensaje de libertad.

Agradecida por ser testigo de la fidelidad y el consuelo de DIOS en su vida como viuda y madre de dos varones en la etapa de la adolescencia ella ha experimentado el sufrimiento intenso de primera mano. Tuvo el privilegio de acompañar a su esposo durante los 3 años y medio de su enfermedad y lo vio llegar a los pies de Cristo al final de sus días.

Yadira es guatemalteca de nacimiento y ha vivido durante los últimos 19 años en la ciudad de Hanóver en el norte de Alemania.