2021-10-25 | ¿Qué pasa cuando sentimos que se prolonga la espera y no hay fruto?
Por Leanna Shepard*
Alma mía, espera en silencio solamente en Dios, pues de Él viene mi esperanza. Solo Él es mi roca y mi salvación, mi refugio, nunca seré sacudido. – Salmos 62:5-6
¿Alguna vez te has preguntado cuánto tiempo pasamos esperando? En la caja registradora, las filas de seguridad en el aeropuerto, las filas para recoger a tus hijos de la escuela… no nos molesta esperar cuando es algo que vale la pena. ¿Pero qué pasa cuando sentimos que se prolonga la espera y no hay fruto?
Esperando…
Resolución de conflictos
Una propuesta de matrimonio
Un test de embarazo positivo
Sanidad física
La lista no acaba, igual que la espera. Es difícil mantenerse con esperanza cuando el resultado de nuestras oraciones (y lágrimas) es incierto. Es por eso que, mientras esperamos, debemos volver nuestra atención a Jesús, la fuente de nuestra esperanza.
Salmos 65:5-8 dice que confiemos en Dios, nuestra roca, refugio, y salvación. Y Salmos 39:12 nos recuerda que somos peregrinos en este mundo. Un día la espera terminará, y estaremos en casa, ¡con Jesús! Esta es la fuente de nuestra Verdadera Esperanza.
Poner nuestra mirada en el día que nos reuniremos con nuestro Salvador resucitado nos da esperanza y hace que toda espera de este lado del sol valga la pena. Porque vale la pena esperar a Jesús.
Reflexiona y responde:
Lee Salmos 39 y 62.
¿Estás confiando en nuestro Dios inmutable para que escriba tu historia en su tiempo perfecto?
¿Te enfocas más en lo que esperas en vez de a quién esperas? ¿Anhelas el regreso de Cristo?
¿Cómo puede el reflexionar en tu eternidad con Cristo cambiar tu perspectiva y darte esperanza para hoy?
Profundiza:
Considerando los salmos que acabas de leer:
¿Cómo se describe a Dios? ¿Cómo ofrecen esperanza sus atributos a tu situación?¿Cómo te ha probado Dios su fidelidad en el pasado?
Derrama tu corazón a Jesús humilde y honestamente.
Canta alabanzas a Jesús por Su fidelidad y Su amor.
*Leanna comenzó a servir como parte del staff de Revive Our Hearts en el verano del 2014. Aunque es originaria de Akansas y se encuentra residiendo en Michigan, su ciudadanía está en los Cielos, habiendo sido adoptada como hija del Rey cuando tenía 10 años. Le encanta el té caliente, los buenos libros, probar nuevas recetas en la cocina y apoyar a su equipo favorito, los Cardenales de San Luis.
Publicado con permiso
Avivanuestroscorazones.com
