¿Cómo proteger a mi familia de la agresión? Parte II


2018-09-11 | Conoce más recomendaciones para mantener la agresión fuera de tu hogar


¿Cómo porteger a mi familia de la agresión? Parte I 

Sixto Porras*

La meta en toda familia deber ser tener un estilo de vida que proporcione seguridad emocional a sus miembros y sirva de modelo a las nuevas generaciones. Por esto, le doy algunas recomendaciones para proteger a su familia de la agresión:

5. No estereotipe la violencia

Algunas veces se piensa que la agresión solo se ejerce del hombre hacia la mujer, pero las estadísticas nos muestran que esto ha ido cambiando. Existen tanto hombres, como mujeres agresores; el hombre que ataca a su esposa, la mujer que maltrata y socava a su esposo, o la madre y el padre que lastiman e ignoran a sus hijos.

La agresión no es un problema que pertenece a un sexo, estrato socioeconómico, o cualquier otra clasificación. Y como problema de salud pública debe ser abordado por todos, vivamos o no en un ambiente de violencia intrafamiliar.

6. Busque ayuda 

Las personas con pobre control de impulsos deben pedir ayuda para el manejo de la ira, y las personas con rasgos codependientes, deben buscar apoyo para dejar atrás el afán de ser “esa persona adecuada” para el agresor.

Salir del ciclo de violencia es posible, pero requiere trabajar en: nuestra autoestima, límites personales, la forma en la que solucionamos los conflictos, la manera en la que expresamos nuestras emociones y necesidades, y el desarrollo de una estrategia para que no se repitan estos actos violentos. Todo esto requiere de un acompañamiento profesional adecuado y de seres queridos que nos ofrezcan su ayuda. 

7. Busque heredar buenos recuerdos a sus hijos

Investigaciones demuestran que la violencia tiene su origen en la crianza y el aprendizaje, producto del ambiente familiar en el que crecimos y, en consecuencia, de la sociedad que lo ha tolerado y aun lo ha estimulado por medio de los medios de comunicación masiva y el ambiente social en el que nos desenvolvemos.

Los más vulnerables son los niños, que se ven expuestos a escenas que van marcando sus vidas, con la posibilidad de convertirse en futuros agresores. Si un niño ve al adulto descargar su frustración golpeando, gritando y maltratando, él lo verá como normal y como una conducta válida para expresar enojo, por un asunto de identificación con el padre o la madre. Incluso, se ha demostrado que si el pequeño está expuesto a conductas violentas, puede ser un niño agresor desde la infancia: con sus hermanos, compañeros y hasta animales indefensos.

Al crecer, estas conductas aprendidas no han sido confrontadas y resueltas y este adulto violento, violentado, abusado y herido de niño, repite lo que vivió y sufrió.

8. Denuncie y aléjese de la agresión

Cuando la integridad física de uno de los cónyuges está en peligro debe buscarse ayuda profesional. Si las agresiones continúan, debe darse una separación para proteger la integridad de la persona. Cuando el maltrato, el abandono y el adulterio suplantan el amor, el compromiso y el respeto, es el momento de buscar una salida que les permita valorarse nuevamente y poner un nuevo fundamento a la relación.

La persona agredida está en plena libertad de denunciar y alejarse de su agresor, aunque muchas veces es difícil, porque se tiene miedo de no tener a dónde ir, no tener una red de apoyo lo suficientemente confiable, o por temor a una venganza de su cónyuge.

 

 

*Sixto Porras. Director Regional de Enfoque a la Familia. Autor de los libros: «Amor, Sexo y Noviazgo», «De Regreso a Casa», «Hijos Exitosos» y «El Lenguaje del Perdón». Coautor de: «Traigamos a los pródigos de regreso al hogar» y «Meditaciones en Familia». Esposo de Helen, y padre de Daniel y Esteban. Su pasión es ayudar a las familias a mejorar.